** La ambición de construir un castillo, no es nuevo.
** El matrimonio es un acto donde se tiene que trabajar para lograr metas.
**Nada es fácil y mucho menos regalado, la vida te enseña lo que tú desee.
Redacción
Desde los tiempos inmemoriables vivir en pareja o matrimonio, implica compartir la vida diaria con otra persona, construir una convivencia basada en el respeto, comunicación, colaboración y empatía.
Muy pocas personas en nuestros días alcanzan esa meta, por el ajetreo diario, modernidad y tal vez conforme de alguno de los dos, esa acción se pierde en poco tiempo y el amor se desvanece para dar paso a la libertad.
La experiencia y el sueño dónde se comparten momentos felices, retos y dificultades, creando un ambiente de apoyo mutuo y crecimiento personal, es fracturado por algunos de los dos y todos los sueños son fallidos.
Para muchos y otro tanto, don Isidro Velazque y Agustina Jimenez, seria dos personajes extraídos de un cuento de andas, una novela o una historia, ya que compartir 70 años de su vida, se le puede considerar un milagro.
Para ellos, vivir en pareja significa tomar decisiones juntos, comprometerse en la resolución de conflictos de manera constructiva y mantener una conexión emocional sólida, para consolidar la familia que conformaron.
La convivencia en pareja o matrimonio los condujo a la creación de un hogar compartido, el cuidado mutuo y formar una familia con 6 hijos, 8 nietos y cuatros bisnietos y la bendición de mantener con solidez el hogar.
Oriundos de un pueblecito pequeño en el municipio de Jalpa de Méndez, localizado en unos de los bellos rincones de Tabasco, Isidro y Agustina, unieron su vida en pareja a la edad de 13 años y hoy en día, se encuentran disfrutando de su inmensa fortuna a lograron consolidar, como es la familia.
Él de origen campesino y ella, dedicada a su hogar, han sido testigo de como el siglo pasado, se comenzarán a formar las bases para que la tecnología logre impulsar la modernidad en todos los sentidos.
Dedicado a labores del campo Don Isidro, se dedico a su esposa, a sus hijo, a sus nietos y hoy, disfruta de los abrazos, risas y travesuras de sus bisnietos.
La casa, donde formó su hogar, con el pasar de los años a sufrido transformación, dejó de ser una casa con paredes de palos y palmas, a transformarla de ladrillo y láminas, los recursos no alcanzaron para más.
Doña Agustina, dice que lo primero que llegó a su pueblo fue un carro posteriormente la luz, más tarde el agua, luego la tortilla y hoy hasta unos ricos tacos pueden ser entregados en la puerta de su casa.
70 años, se dice fácil, pero fue toda una vida que la bella flor dedico a su familia y hogar, lo cual se siente feliz, por lograr su sueño y conformar y mantener contra viento y marea su hogar.
Como todos unas guerreros o gladiadores, se han enfrentado a la vida y han salido victoriosos de sus luchas encarnizada que han enfrentado a ka vida, por estar hoy de pie, se debe a su valentía y valor de luchar contra lo inesperado, tropiezos y sin sabores que pasaron en algún momento de su vida.
Juntos como una pareja de recién casado,Don Isidro y Doña Agustina, se encontraban sentados en una descolorida hamaca, que reflejaba su antigüedad.
La vida, no es justa o injusta y mucho menos el amor, ambos son eterno, solo que el ser humano no lo quiere aceptar, y pretende jugar con lo que tiene en el ambiente a pesar de que puede ser tóxico.
La pareja en mención, es un ejemplo vivo, que es el.matrimonio o la unión en pareja, que no se requiere de riqueza y mucho menos de fortuna, sino sólo tener claro cuál es la responsabilidad de cada uno.
Los hijos son estereotipo de cada generaciones y no mejoran las cosas, sino que la complican y los adultos somos los mejores Maestros para ellos, porqué compian nuestros movimientos, para luego seguir los pasos.
Esta pareja, es un ejemplo claro, de lo que es el matrimonio y de lo que puede lograr una pareja cuando se propone salir adelante y superar sus miedos, por que la importante es la fortaleza de la unidad.
