Constanza María Garza Herrera se convirtió esta noche en la Flor Tabasco 2024, en una
noche mágica, maravillosa, de flores y estrellas, en la que una vez más los tabasqueños
dieron muestras de su pasión, amor y orgullo por sus raíces, por sus tradiciones, por su
cultura.
En medio de un ambiente ensordecedor, en un Centro de Convenciones abarrotado, en
ebullición, el gobernador Carlos Manuel Merino Campos y la presidenta del Sistema DIF
estatal, Guadalupe Castro de Merino, colocaron a la embajadora de Huimanguillo la banda
que oficializó su título como nueva Flor de Oro.
«En medio de un auténtico jolgorio choco, el gobernador Carlos Manuel Merino Campos y su esposa, Guadalupe Castro de Merino, colocan la máxima banda de la belleza a la embajadora de Huimanguillo Constanza María»
tabascomitierra
La originaria de la “Tierra de la Piña” resultó electa de una tercia de finalistas, compuesta
además por las embajadoras de Centro, Adriana Caballero Fridstein, y Nacajuca,
Maricarmen Ávalos Hernández.
En la gala de coronación, las cerezas del jardín correspondieron a la embajadora de
Nacajuca, Maricarmen Ávalos, quien fue nombrada por sus 15 compañeras como Señorita
Simpatía 2024, mientras que la embajadora de Comalcalco, Danna Paola Iriguyen Torres,
se adjudicó el nombramiento de Señorita Fotogenia.
Casi a la medianoche, con los ánimos a flor de piel, en la monumental pantalla apareció la
ganadora, bellísima, empoderada, tras la deliberación de los integrantes del Jurado Calificador que evaluaron belleza, discurso, porras y desenvolvimiento escénico de cada
una de las aspirantes.
Luego de fundirse en un abrazo de regocijo, de amistad sincera, de unión, con sus
compañeras, la Flor Más Bella tabasqueña realizó el primer recorrido de su reinado.
A lo largo y ancho de la pasarela, tapizada por papelillos multicolores, e incluso por los
mismos pétalos que cientos de admiradores lanzaron en su camino por el rectangular
escenario diseñado como una oda a Tabasco, a su gente, a sus ríos, a sus pantanos, a su
agua, Constanza María correspondió a los aplausos con encanto, con simpatía, erguida y
lista para poner en alto los valores del gran pueblo tabasqueño.