Una vez más la naturaleza, da muestra de su poder al hombre y le muestra que no la puede manipular tal como él quisiera.
La comunidad del Bosque en Centla, Tabasco, está experimentando graves problemas debido a la destrucción causada por el mar, que reclama su espacio y arrasa con todo lo que encuentra en el camino, sin importar el daño generado.
«El agua del mar, arrasó con todo lo que había a su paso, dejando a más de 50 familias sin hogares»
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Desde 2019, Se han reportado casos de casas devoradas por el mar y el aumento del nivel del agua, así como la erosión costera que ha afectado a viviendas, escuelas, iglesias, centro de salud y calles, sin que las autoridades competentes, tomen como urgente la situación.
La alcaldesa de Centla, Lluvia Salas López, trabaja con pasos de tortuga en el proyecto de reubicación de 50 familias de la comunidad El Bosque, esperando los tiempos electorales para precionar y jugar con las necesidades de los afectados, que tuvieron la desgracias de que el mar reclamará su territorio y se llevará todo a su paso.
Tres años, no fueron suficiente, para la presente administración, que le prometió que le darán nuevas viviendas en otro lugar; no le han hecho caso a las ordenes del presidente de la República».
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Más de 60 casas del lugar, han desaparecido, lo mismo ocurre con las escuelas y otras edificaciones que ahí se encontraban, hoy solo escombros se encuentra a la orilla del mar.
Lo que era un pueblo en vía de desarrollo, por pescadores en su mayoría de Veracruz, hoy solo se puede encontrar no más de 20 viviendas de láminas, que aún esperan la promesa de que pronto tendrán su reubicación del lugar a una zona, donde no tengan problemas con la inundación y amenaza del mar.
«Desde el 2019, las autoridades no quisieron poner atención al problema y esperaron que el agua, hiciera daños incalculables.»
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Tal situación es un claro ejemplo de los impactos del cambio climático que esta golpeando de diferente forma al Golfo de México y en lo especial al estado de Tabasco, ante la inconsciencia de no proteger el Medio Ambiente.
Pareciera, que el mar respeta al faro que ilumina la entrada al Puerto de Frontera, y que se encuentra enclavado en el pueblo ante citado; la luz que por las noches muestra a los navegantes, el camino a tierra, continuará firme en su lugar, ya que hasta el momento no tiene amenaza del mar.