En un gesto de fraternidad las familias Canto Romero y Jiménez Aguirre, unieron lazos para que sus hijos contrajeran nupcias y se unieran en Santo Matrimonio, cumpliendo así con las leyes terrenales.
El amor, no conoce de frontera y mucho menos, sabe de límite, es por ello que los jóvenes, Ana Cecilia y Edgar Eduardo, se encontraron el uno para el otro, apresar de la distancia de sus lugares de origen.
Ella oriunda de Tenosique y él del municipio de Centro, de la villa de Macultepec, se conocieron y unieron a sus familias.
En una hermosa tarde del primero de julio, la Juez del Registro Civil número Uno del municipio de Centro, Tabasco, Inés Molina, en acto protocolario los unió en matrimonio, según las leyes del Estado.
En una ceremonia, que duró menos de una hora, la Juez, llevo a cabo lo establecido por la Ley, dando cumplimiento a su investidura y cumpliendo con lo establecido por la sociedad, los declaro esposos.
«Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni dónde, te amo directamente sin problemas ni orgullo: así te amo porque no sé amar de otra manera»
Pablo Neruda.
NI MUSICO Y NI FUTBOLISTA.
A pesar de ser descendiente de un linaje de grandes músicos tabasqueño, su profesión no es la música, durante su infancia el destino jugo con él y lo mantuvo en los cuernos de la luna, cuando se desempeñaba como portero de la selección infantil Hormiguita, en el 2003, el cual su equipo logro el título para Tabasco, su vida no era el fútbol.
Hoy, Edgar Eduardo Jiménez Aguirre, es un profesionista dedicado a la Biotecnología, luego estudiar una licenciatura y de graduarse como Ingeniero Biotecnólogo.
Durante su infancia, los cuidados y acompañamientos de sus padres, le permitió aprender a ejecutar varios instrumentos musicales, lo que pensaban que seguiría los pasos de su tío «El Brujo del Trópico», karmito.
Su destreza en el futbol, le permitió ser una estrella a pequeña edad, defendiendo el marco de la portería de su equipo, tenía mucha agilidad, pero su destino, no fue ser músico o futbolista, si no un ingeniero.
Tan luego salió la representante de la Ley, los padres y familiares de los ahora marido y esposa, le dieron rienda suelta a la pachanga, que duró más de ocho horas.
Las familias e invitados, disfrutaron de un delicioso y exquisito lomo en salsa de tamarindo, acompañado de verduras y crema de chile poblano.
«El amor no reconoce barreras. Salta obstáculos, brinca vallas, penetra paredes para llegar a su destino lleno de esperanza»
Maya Angelou
De entremés, deleitaron una variedad de deliciosos queso, traído de la tierra de la novia, adornados con uvas y fresas.
Las familias Canto Romero, Jiménez Aguirre, Avalos Avalos, García Policroniades, Ortiz Brea, Pérez Segura, Campos Aguirre, Brea Canto, Canto Real, entre otras, disfrutaron de la hermosa velada que ofrecieron los recién casados.
La música viva estuvo a cargo de Yeyey y su Critica, quien puso a mover el bote a los invitados, mientras que las jovencitas bailaban la cola y los muchacho cargaban al novio.
La velada fue un existo, todos se divirtieron al máximo y dieron muestra de respeto, cariño y solidaridad a los ahora esposos.
ANA NO FUE PROFESORA
Los astros juegan a su antojo con nuestras vidas, y peor cuando somos niños, dónde tenemos muchas ilusiones y nada ni nadie lo detienen para buscar sus sueños.
La oriunda de Tenosique, Tabasco, Ana Cecilia Canto Romero, quien pretendía ser una profesora cuando llegas a la edad adulta, hoy su realidad es otra.
Ana Cecilia, es una licenciada en Comercio Internacionales, debido a su profesión tendrá la oportunidad de recorrer el país y salir a otras parte del mundo.