La satisfacción de emprender un negocio es enorme. Es un proceso lleno de alegrías,
gozos y éxitos. Pero también se trata de una aventura rodeada de obstáculos, dificultades y
crisis. Por ello, es una labor compleja y que requiere de un plan y estructura detrás No basta
una idea brillante o encontrar una oportunidad de mercado, los emprendedores deben saber
cómo capitalizar las áreas de crecimiento, y más importante aún, cómo sobrevivir ante una
crisis.
Datos del Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2021 del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI) señalan que la proporciones de nacimientos de de PyMEs
entre 2020 y 2021 se duplicaron; sin embargo, la proporción de muertes se mantuvo
prácticamente constante, mientras que para las empresas micro la proporción de muertes
creció 1.6 veces, en el mismo periodo.
Los obstáculos financieros de un emprendimiento no son menores. Las PyMEs están consolidándose a través de mejores estrategias de gestión de capital, cuidando el flujo de liquidez y accediendo a créditos a través de fuentes más accesibles;
“Si bien el crecimiento de muchas PyMEs ha sido innegable, así como el nacimiento de
nuevos proyectos que han impactado de forma significativa a sus comunidades con ideas
de mercado y soluciones novedosas, la realidad es que la muerte de estas empresas ha
sido un tema pendiente, ya que ante variaciones drásticas del mercado, las PyMEs son las
primeras en desaparecer, principalmente por falta de liquidez”, explica Bernardo Prum,
Director de Creze, plataforma financiera que brinda créditos para PyMEs.
De acuerdo a la Radiografía del Emprendimiento 2021 de la Asociación de Emprendedores
de México (ASEM), 45% de los emprendedores mexicanos han tenido alguna empresa que
fracasó. De entre los motivos de fracaso, 35% de los negocios lo hizo por falta de liquidez;
29% reportó una mala administración y 25% no logró trascender por problemas para
conseguir financiamiento.
“Los obstáculos financieros de un emprendimiento no son menores. Las PyMEs están
consolidándose a través de mejores estrategias de gestión de capital, cuidando el flujo de
liquidez y accediendo a créditos a través de fuentes más accesibles; no obstante, la
inflación, los problemas de las cadenas de suministros y el aumento de contagios por Covid-
19 pueden hacer que un negocio pase de la rentabilidad al fracaso en cuestión de meses.
Por eso, ahora más que nunca, las PyMEs deben prepararse para sobrevivir a un 2022
complicado y un 2023 más desafiante”, apunta Prum.
Creze ofrece una breve guía para ayudar a las PyMEs ante este complejo escenario.
Para apoyar a las PyMEs Creze presenta un breve manual de sobrevivencia financiera para
emprendedores, con algunos aspectos básicos a considerar en el camino a la consolidación
empresarial.
- Importancia de la liquidez
Incluso empresas con finanzas sanas y administración impecable pueden tener problemas
con el flujo de efectivo y liquidez. Esto se vuelve particularmente problemático cuando se
vende mucho, pero el pago llega tarde. Según la ASEM, 39% de las PyMEs tiene atrasado
el pago de facturas por parte de uno o más de sus clientes, de las cuales 55% son
empresas B2B, mientras que 24% son B2C. - Un emprendimiento debe contemplar como parte de su planeación estratégica el acceso a
fuentes de financiamiento sostenibles, ya sea a través de créditos, préstamos o
instrumentos híbridos que le ofrezcan un capital constante más allá de sus ventas. - Cómo pedir un préstamo sin morir en el intento
El acceso a financiamiento es una condición fundamental para que un emprendimiento
pueda sostenerse con el paso de los años. Especialmente cuando llegan momentos de
crisis, cambios en el mercado o coyunturas específicas, como pueden ser periodos de
inflación sostenida, problemas de desabasto en las cadenas de producción mundiales e
incluso una emergencia sanitaria global.
“Es importante saber cuándo pedir un préstamo, pero más importante planear cómo se
empleará el capital y cómo se pagará. Un préstamo sin planeación puede convertirse en
una deuda futura. Afortunadamente en el mercado hay opciones de financiamiento a la
medida y empresas que apuestan por hacer de los créditos verdaderas herramientas
financieras para el crecimiento de los negocios”, agrega el Director de Creze. - No dejar que las deudas ahoguen la operación de una empresa
En esa misma línea, para que se asegure la supervivencia financiera de un emprendimiento
es necesario que las deudas se encuentren estructuradas y bien administradas. Un crédito
obtenido implica que saldar esa deuda sea una prioridad de la operación inmediata,
particularmente para que pueda ser optimizado el instrumento financiero. Si se
conceptualiza como una inversión, debe utilizarse como capital para el crecimiento y no
como un desequilibrante de las finanzas cotidianas de un negocio. - La inflación que no cede
En 2022 la inflación a nivel mundial ha mostrado crecimientos preocupantes que no parecen
retroceder en tendencias. Esto implica cambios en las dinámicas de la logística de una
empresa, cadenas de suministros y reajustes por escasez de productos.
“Es un fenómeno complejo. La inflación requiere de ajustes en los gastos de una compañía
para que los costos de operación impacten lo menos posible a sus clientes”, comenta el
Director de Creze.
- Con miras a una recuperación sostenible
La pandemia fue particularmente compleja para las empresas; sin embargo aún no se
pueden descartar por completo sus efectos en los mercados mundiales y ante amenazas de
nuevas olas, los emprendedores deben estar preparados para afrontar aumentos de
contagios, disminución de clientes o hasta ausencia de colaboradores.
Las aperturas y reactivaciones económicas desde 2021 ofrecen un panorama esperanzador
para las empresas; pero también implican nuevos desafíos a solucionar. Esto requerirá del
uso de financiamiento estratégico, inteligente y, sobre todo, flexible, por parte de los
emprendedores para poder sobrevivir mercados complejos y coyunturas complicadas.