En México existe una disparidad la contratación de seguros de vida presenta una brecha de género, el 60% de los usuarios son hombres y 40% mujeres; sin embargo, esto contrasta con los porcentajes de rechazos que se distribuyen en 80% hombres y 20% mujeres, particularmente porque los volúmenes de solicitudes son en su mayoría masculinas.
A pesar de que los hombres tienen mayor acceso a productos y servicios financieros, las mujeres son las que tienen menores tasas de morosidad, según el BID.
La reaseguradora Swiss Re ha estimado que una mayor inclusión femenina en el mercado laboral puede traer consigo aumentos de 2 billones de dólares en primas de seguro para 2029; lo a su vez contribuiría a reducir hasta el 11% la brecha de género en cuestiones de salud para las economías emergentes.
Para abonar a la mitigación de estas desigualdades han aparecido soluciones insurtech (tecnología financiera para el mercado de seguros) que contribuyen a ofrecer productos y servicios flexibles y de fácil adquisición que se articulan especialmente a las necesidades de mujeres que no siempre encuentran alternativas atractivas en el mercado tradicional.